Se presumía una victoria fácil para Tiger en los cuartos de final del WGC-Match Play, pero lo cierto es que el danés Lucas Bjerregaard salió respondón. Ya lo demostró en la fase de grupos y volvió a hacer gala de este descaro ante uno de los grandes favoritos para alzarse con el triunfo final. Y es que el escandinavo, que comenzó mandando en el marcador, no se vino abajo ni siquiera cuando el ex número 1 del mundo se colocó dos arriba.
Fue entonces cuando Bjerregaard se creció y comenzó a generarse oportunidades de volver a empatar el duelo… hasta que lo consiguió. Fue en el par 5 del 16 después de embocar este putt de casi nueve metros para eagle, golpe considerado el mejor del día.