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El deportista británico se impone en un final de película para reinar el China. Foto: @PGATour
Se nos acaban los elogios para definir el comienzo del curso en el PGA Tour de Rafa Cabrera-Bello (72 golpes, -8), quien ha conseguido se tercer gran resultado consecutivo que le permite seguir sumando dólares en su intento de cerrar la tarjeta del siguiente año cuanto más pronto mejor. En esta ocasión el jugador isleño firmó un meritorio Top 5 en el HSBC Champions -el último campeonato de las series mundiales de 2017– después de un día en el que muchos cayeron ante las dificultades del Sheshan International. No así Rafa, quien aguantó estoicamente el ocho bajo par con el que venía de la jornada del movimiento con una seguridad fuera de toda duda.
Y es que, a pesar de que el integrante de la Armada comenzó con dos birdies sin errores en las siete primeras banderas, no fue un día para mucho lucimiento. Los últimos 18 hoyos se le atragantaron a más de uno y solo 29 de los 77 golfistas que tomaron salida en el último día de competición pudieron evitar finalizar sus vueltas por encima del par del campo. Aun así, Rafa estaba dispuesto a tomar el toro por los cuernos y aunque cometió dos bogeys en el 9 y el 11 que le devolvieron al par, un nuevo birdie en el 14 le hizo tomar la quinta posición en solitario.
Poco aguantó así, pues un nuevo bogey en el 15 le volvió a obligar compartir puesto con los estadounidenses Kyle Stanley (72 golpes, -8) y Peter Uihlein (72 golpes, -8), a cuatro impactos de la segunda posición formada por el trío Henrik Stenson (70 golpes, -12), Brooks Koepka (71 golpes, -12) y Dustin Johnson (77 golpes, -12), quien pasó de tener prácticamente sentenciado el torneo hace 24 horas –marchaba con seis golpes de distancia en el liderato- a liarse desde el comienzo con cinco bogeys sin aciertos que le sirvieron en bandeja el triunfo a Justin Rose (67 golpes, -14).
El deportista inglés, que llegado al tee del hoyo 11 marchaba al par en el día, vivió un final absolutamente fantástico con cinco birdies en las ocho últimas banderas que le permitió comerle la tostadas a sus rivales y conquistar su segundo torneo de las series mundiales de su carrera después del Cadillac Championship de 2012.
Jon Rahm (73 golpes, Par) se fue por tercera vez en la semana por encima de los 72 golpes con cuatro bogeys y tres birdies y finaliza en el T36, muy lejos de las primeras posiciones del evento.
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