Si no fuera suficiente con las propias complicaciones con las que cuenta el Augusta National para protegerse de los jugadores, la dirección del torneo decidió que las banderas de esta primera jornada tuvieran un matiz bien distinto al de otros años. Así, la dificultad subió muchos enteros respecto a cualquier ronda inaugural pasada… y eso se ha acabado reflejando en los números presentados por los golfistas, que se han dado de bruces con la realidad en uno de los complejos más icónicos y exasperantes de todo el panorama mundial.
Sí, también para los nuestros -un simple vistazo a la tabla clasificatoria podría sacarnos de dudas-. Y es que de los cuatro representantes con los que cuenta la Armada en estos primeros 36 hoyos de campeonato, solo Rafa Cabrera-Bello (69 golpes, -3) ha sido capaz de marcharse a Casa Club con una cartulina con números negativos. Lo ha hecho imponiéndose en uno de los grandes encuentros de la jornada -le acompañaban el número 1 mundial, Dustin Johnson, y el campeón olímpico Justin Rose– después de protagonizar una gran remontada a partir de la quinta bandera, momento en el cometió un doblebogey que le hacía subir el +3 a su marcador.
En esos momentos pintaban bastos para el isleño, pero en un visto y no visto se puso el mono de faena para conseguir seis birdies sin errores en las trece banderas restantes y quedarse momentáneamente cuarto, a un impacto de Kuchar (68 golpes, -4) y Finau (68 golpes, -4) -que aguanta estoicamente a pesar del esguince que se produjo durante la celebración de un Hoyo en Uno en los Pares 3– y a tres de Jordan Spieth (66 golpes, -6), quien ha vuelto a demostrar que le une un vínculo muy especial con el campo de Georgia.
La del canario es la única gran noticia en términos estadísticos para nuestros intereses, pues a partir de aquí los números en positivo se agolpan ante nuestros compatriotas. Es el caso de José María Olazábal (72 golpes, +2), al que dos bogeys en los dos últimos hoyos de su vuelta le privaron de haber entregado una cartulina al Par más que satisfactoria conforme se desarrolló la jornada, y de Jon Rahm (75 golpes, +3), quien desde el comienzo coqueteó con los bogeys y acabó doblando la cuchara toda vez que cometió un doblebogey, cuatro bogeys y tres birdies.
Aunque si hablamos de números altos, muy a nuestro pesar, tenemos que hacer mención a Sergio García (81 golpes, +9), que hizo suya una de las imágenes que pasarán a la historia del torneo en el hoyo 15 tras firmar un 13 después de enviar hasta cinco bolas de forma consecutiva al agua. Un mal trago del que intentará recuperarse este viernes.