Hay muchas buenas jornadas de golf, algunas sobresalientes y unas pocas grandiosas, soberbias, sublimes y excelsas, los calificativos que encajan a la perfección para definir el desarrollo de la tercera ronda del Mediterranean Ladies Open, un compendio de emociones excepcionales que han llevado a su inminente conclusión, antes incluso de celebrarse, a ser simple y llanamente apasionante.
Récord del campo de la mano vibrante de la inglesa Melissa Reid, que endosó 9 bajo par en su tarjeta, 62 sensacionales golpes que la catapultaron a velocidad de vértigo hasta el liderato; hoyo en uno de la sueca Anna Nordqvist en el 13 para confirmar su condición de favorita al triunfo final; remontada espectacular de Carlota Ciganda y nueva vuelta de enorme valor de Azahara Muñoz para mantener más que viva, vivísima, las opciones españolas al triunfo final…
El Mediterranean Ladies Open se ha convertido en un torneo espléndido como bien podía preverse dada la enorme calidad de sus participantes, algunas de las cuales, inmersas de lleno en mil batallas en el Circuito Americano, han dado definitivamente un paso al frente para repartirse casi en exclusiva el papel de favoritas a la victoria final.
De las cinco que comandan la clasificación a falta de 18 hoyos para la conclusión, fue Carlota Ciganda la primera en dar muestras de una actitud auténticamente depredadora. La navarra, con capacidad más que demostrada para gestar hazañas cuando la situación es más comprometida, se situó de líder a mitad de la jornada a pesar de que su comienzo, birdie y bogey, inducía a pensar que su trayectoria iba a sufrir los ligeros altibajos de las dos rondas anteriores.
Muy lejos de ello, Carlota Ciganda desplegó a partir de ese momento el mejor tarro de sus esencias, cuatro birdies y un eagle entre los hoyos 4 y 10, reafirmados además, por si fuera poco, con otro birdie en su tarjeta en la segunda vuelta que sitúan a la española en el grupo de elite. “Estoy feliz, me he sentido muy cómoda. Ayer pensé que si llegaba a 10 bajo par podía tener opciones de triunfo, y ahí están a pesar de que Melissa (Reid) lo pone difícil”, manifestaba con su habitual tranquilidad Carlota Ciganda.
Por detrás, Azahara Muñoz cimentaba su condición de favorita mediante una solidísima actuación ajena a los errores. La malagueña, magnífica en todo tipo de golpes, fue acumulando poco a poco birdies, hasta cuatro, para forjar una ronda que le permite formar parte del selecto grupo de élite que se jugará el título en la última jornada y que hubiese sido aún más determinante de no mediar actuaciones asimismo siderales.
No llegó a ese calificativo, aunque por poco, el rendimiento de la sueca Anna Nordqvist, una de las mejores jugadoras del mundo, que apeló a su enorme oficio y un extraordinario hoyo en 1 en el 13 para mantenerse por méritos propios en la pomada.
Sí lo abrazó con extraordinaria fuerza la inglesa Melissa Reid, sideral, estratosférica y cuantos adjetivos quieran adherirse a una actuación apabullante basada en una machacona repetición de birdies, cuatro de una tacada en la primera vuelta –entre el 6 y el 9–, otros cuatro en la segunda –del 12 al 15– al margen de otros dos aciertos sueltos en los hoyos 4 y 18 –éste último, por cierto, mediante un asombroso putt de 15 metros– que le hubiesen dado la condición de extraterrestre de no mediar un inoportuno bogey en el 16 que humanizó una actuación aplastante, dando como resultado una jornada final impresionante en donde, visto lo visto, es cierto que puede pasar cualquier cosa, pero donde está asegurado el espectáculo, espectáculo con mayúsculas enormes.