Si bien ha pasado ya un tiempo prudencial desde que se destapara la noticia -ocurrió durante la disputa del Quicken Loans National de 2018-, no ha sido hasta este pasado fin de semana cuando los dos golfistas del PGA Tour se volvieron a ver las caras durante una ronda competitiva. Joel Dahmen y Sung Kang o, lo que es lo mismo, dos deportistas que en julio de hace ya tres temporadas tuvieron una de las discusiones más acaloradas que se recuerdan a cuenta de las presumibles trampas que el golfista surcoreano cometió el domingo y que le permitieron subirse al podio del campeonato.
“Kang hizo trampas. Realizó un mal dropaje en un obstáculo. Discutí tanto que incluso me llegué a entristecer, pero perdí la discusión. Fue una charla sobre por dónde o si atravesó el obstáculo. Tuvimos nuestras diferencias durante 25 minutos y al final hizo lo que quiso. No pude hacer nada. Incluso si no hubiese firmado la tarjeta lo hubiera hecho un oficial de reglas. Hubiese estado retrasando lo inevitable”, comentó el estadounidense por aquel entonces.
Un enfrentamiento que tuvo continuidad en el tiempo. De hecho, pasaron cinco semanas hasta que el asiático se dirigió a él, según confesó Dahmen en una entrevista radiofónica. “Un día me habló y me pidió que me disculpara por lo que había sucedido. ¿Disculparme yo? Debería haber sido él el que pidiera perdón a todos los que disputamos la ronda ese día. Nos robó dinero”, comentó enérgicamente el golfista de las barras y estrellas, que atacó además a Kang por culparle de haber arruinado su reputación.
Pues bien, el siguiente capítulo de esta historia comenzó el pasado sábado por la tarde, cuando la organización de Pebble Beach mandó un mensaje de texto a los jugadores confirmando tanto el horario como los compañeros de juego de la cuarta jornada. En ese momento, Dahmen colgó un tweet en el que sólo aparecía un emoticono de preocupación. Finalmente, la ronda transcurrió en la pura normalidad, pero la anécdota se quedó en el tee del 10, desde donde salió la partida.
Allí Kang, que llevaba más de dos años sin dirigirle la palabra al americano, quiso romper el hielo: “Mis amigos me han dicho que debería empujarte por el acantilado”, señaló Geno Bonnalie, caddie del golfista de Washington. Una broma que no sabemos cómo asimiló Dahmen.