Cuán difícil es en ocasiones esto del Golf. Uno no se da cuenta de lo complicado que es ganar un torneo hasta que está ante sus últimos hoyos. Y si no que se lo digan este domingo a Patrick Rodgers (70 golpes, -17), que después de estar toda la semana sondeando la primera plaza del John Deere Classic ha visto cómo le han arrebatado las mieles de la victoria sin ni tan siquiera darle la oportunidad de réplica. Porque todo ha ocurrido en los instantes finales, cuando Bryson DeChambeau (65 golpes, -18) ha dado un golpe sobre la mesa para sumar su primera victoria como profesional en el PGA Tour.
Pocos apostaban por él llegado el hoyo 10, cuando marchaba cuatro por detrás del líder Rodgers. Pero el jugador californiano comenzó a ver el agujero como una piscina hasta el punto de conseguir seis birdies en sus nueve últimas banderas, un resultado que le colocó colíder cuando a Rodgers todavía le restaban dos banderas para terminar su recorrido. Y entonces le entraron los nervios al de Indiana. Primero, tras tripatear en el green en el par 5 del 17 y más tarde al enviar su golpe de approach a la parte de atrás del verde.
Rodgers necesitaba poco más que un milagro para salir al PlayOff. Tenía que conseguir un birdie con un chip desde 15 metros… Y a punto estuvo de lograrlo, pero tuvo que conformarse con el subcampeonato sobre la hierba del TPC Deere Run. La cara de DeChambeau reflejaba una alegría inusitada. Después de un año en el que tuvo que recurrir a las finales del Web.com para retener la tarjeta y tras sus continuos problemas con la innovadora forma de patear ya le tocaba una alegría.
Tras ellos, Wesley Bryan (64 golpes, -16) completó el podio en una semana que quedará para el recuerdo como aquella en la que “el científico del Golf” se licenció en el mejor circuito del planeta.
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