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El isleño, junto a su hermano de Miguel de caddie, dejó muy buenas sensaciones en su primer evento del curso. Foto: @RCabreraBello
Después de una semana en la que Jon Rahm se cayó a última hora de la disputa del American Express por culpa de unas molestias, toda la atención de la Armada se centraba en el debut de la temporada en el European Tour. El Abu Dhabi HSBC Championship era el torneo encargado de llevar de nuevo a los hogares la magia de un Rolex Series con un field de mucha altura. Y es que a los nombres de los Rafa Cabrera, Pablo Larrazábal o Adri Arnaus se les unieron estrellas mundiales como Rory McIlroy, Tommy Fleetwood, Tyrrell Hatton o Justin Thomas -aunque este último tuvo poca fortuna-.
Una gran oportunidad para comprobar si Rafa, que venía de unos meses complicados en el PGA Tour, podía recobrar las sensaciones. Y lo cierto es que la jugada le salió a pedir de boca al grancanario, que protagonizó un torneo espectacular -durante algunos momentos incluso llegó a coquetear con el liderato– para finalizar en la cuarta posición, a un solo golpe de la tercera plaza de Rory. Un grandísimo resultado que le permite volver al Top 100 mundial y así darle de nuevo a España su tercer jugador en la primera página del ranking.
Concretamente, Rafa ha subido hasta el Top 83, desde donde espera seguir sumando éxitos para volver a alcanzar el exclusivo T50 y seguir participando así en los grandes torneos de este deporte. Un cambio que, a la postre, ha sido el único protagonizado por los nuestros esta semana, pues tanto Sergio García como Jon Rahm, quienes optaron por descansar, continúan ocupando el 45º y el 2º lugar de la clasificación mundial, respectivamente -en este sentido, el vizcaíno se aprovechó de la pobre actuación de Thomas en los Emiratos Árabes Unidos, donde no fue capaz de hacer el corte-.
Pero aquí no acaban las buenas noticias para la Armada, que gracias al gran resultado protagonizado por Adri Arnaus -finalizó en el Top 12 con una gran remontada- escala hasta el T127 y se queda muy cerca del T121 de Jorge Campillo como cuarto mejor jugador español del momento.
