Parecía un golpe perfecto, y realmente lo era… de no haber sido por el palo de la bandera. Una bola teledirigida desde 113 metros por Bubba Watson en el hoyo 1 del TPC River Highlands de Cromwell en Connecticut que iba derechita al hoyo y que finalmente se quedaba a más de 10 tras repelerla el palo. La cara del zurdo de Bagdad lo dice todo.





