Es algo que todo el que juega al Golf ha soñado alguna vez: competir en un Grande. Y, siendo español, uno de los campos en los que a buen seguro desearía ir sería el inglés Royal Lytham & St. Annes Golf Club, lugar de grandísimos recuerdos para el Golf nacional al ser aquí donde Seve levantó dos de sus tres Jarras de Clarete -el único miembro de la Armada en hacerlo-. Dicho y hecho para Luis Navalón que, tras ganar con José Manuel Carriles el European Tour Destinations Senior Classic 2019, tuvo el honor de acompañar al cántabro en el imponente complejo británico.
Entre cuerdas con los grandes (I): Tito, caddie de Carriles, nos habla de su debut en el Staysure Tour
“Para mí era lo más de lo más. Tener la oportunidad de estar con los mejores jugadores del mundo sénior fue una experiencia única. Desde el inicio todo fue increíble. Tuvimos la suerte de hacer las vueltas de entrenamiento junto al gran Olazábal, uno de mis grandes mitos. Y, para colmo, en el último día de prácticas nos tocó jugar nada más y nada menos que con Tom Watson y con Esteban Toledo. Estábamos un poco cansados ese día, pero no podíamos desaprovechar la ocasión de estar 18 hoyos con ellos. Fue increíble”, señala “Tito”, que reconoce que tuvo en el mexicano y en Carriles a unos intérpretes de altura para poder hablar con Watson.
Entre cuerdas con los grandes (II): la primera victoria del tándem Carriles-Navalón en el Staysure
“Lo mejor de todo llegó después de la ronda, en la carpa del restaurante del torneo. Estaba solo comiendo cuando, para mi sorpresa, vi aparecer con la bandeja de su comida a Tom Watson. Se dirigió hacía mí y me preguntó si se podía sentar a comer conmigo. Me quedé muerto. Al lado estaban el argentino José Cóceres y su hijo y se quedaron alucinados. Después de eso empezaron a bromear con que Watson había comido conmigo, no yo con Watson”, comenta entre risas el caddie, que tuvo el honor de asistir a una primicia.
“En esa comida Tom me confesó que iba a hacer una rueda de prensa para comunicar que se retiraba de la competición. Fue muy bonito. Después, me presentó a Gary Player, que andaba por ahí. Fue un momento que recordaré el resto de mi vida”, confiesa, antes de hacer balance de este año que ha pasado junto al cántabro. “Ha sido genial poder disfrutar en primera persona de este mundo. Quiero agradecérselo en particular a mi jefe, a José Manuel Carriles, que me ha dado la oportunidad de acompañarle todo lo que he podido. Muchas gracias, jefe Carri”.