Después de doce semanas apartado de la competición por culpa de la sanción impuesta por el PGA Tour el pasado mes de octubre al vulnerar su política antidrogas, Matt Every volvió a la acción esta pasada semana en el Sony Open. El evento hawaiano, del que el norteamericano no guardaba buenos recuerdos desde que en 2015 la organización lo descalificara por la utilización de un palo ilegal -dobló su hierro 4 tras un golpe contra un árbol en la ronda del jueves y, por un descuido, no lo sacó de su bolsa y jugó con él el viernes-, supuso su primer contacto con la mejor gira del mundo en este 2020 y se quiso hacer notar ante los medios.
“¿Que si me alegro por estar de vuelta? Por supuesto. Se me hacía raro no estar semana tras semana compitiendo”, comenzó afirmando el norteamericano, quien fue multado por el PGA Tour al dar positivo en cannabis, para el cual tiene una receta médica por el que lo puede consumir en Florida. “Cuando se hizo pública la sanción le hice llegar al circuito un informe en el que mi médico afirmaba que no podía tomar ni alprazolam ni sertrolina -ambos medicamentos utilizados para combatir la ansiedad-.
Agregó que estos pueden ser altamente adictivos y que el cannabis era, por mucho, el tratamiento más seguro y efectivo. Pero no me hicieron caso”, se resignó el bicampeón del Arnold Palmer Invitational, quien prefirió no hacer declaraciones meses atrás para no exponerse a una pena aún mayor. “La política antidrogas del Tour es despreocupada y obsoleta. Se limitan a seguir a rajatabla los designios de la Agencia Mundial Antidopaje en un mundo donde están más que demostrados los efectos terapéuticos de la marihuana”, sentenció.
De hecho, no es el único jugador de la gira que ha admitido utilizarla. El otro es Robert Garrigus, al que se la recetaron para combatir un dolor de espalda crónico. Sin embargo, la organización no tiene la mínima intención por el momento de hacer ninguna concesión con esta sustancia. “Nos encontramos muy cómodos con esta política. Con respecto a los cambios que pueda suscitar la exclusión de la marihuana como uno de los elementos prohibidos, nosotros vamos a continuar haciendo nuestras las palabras de la Agencia Mundial Antidopaje”, confirmó Monahan hace unos días. Una postura que hace difícil cualquier intento de negociación.