El gran trabajo ya lo había realizado antes, pero lo cierto es que muchos vimos este putt desde cinco metros y medio en el 17 el punto final a un torneo que, aunque contó con emoción hasta el último momento, se mereció desde primera hora de la tarde Patrick Reed. El norteamericano, que completó una jornada con cinco birdies y un sólo un bogey, se deshizo de Erik van Rooyen y Justin Thomas, sus dos rivales en el partido estelar, a base de mantener la calma y este purito no hizo sino acercar todavía más al texano al triunfo.