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El joven jugador aussie demostró sus hechuras de buen golfista en la ronda final. Foto: @EuropeanTour
Hasta la fecha en la familia Lee sólo se hablaba de los triunfos de Minjee, que a sus 23 años puede presumir de haber conquistado la victoria hasta en cinco torneos de la LPGA. Pero esto se acabó. Y es que Min Woo, su hermano pequeño, ha dado un golpe encima de la mesa este domingo en el Vic Open para colocar también su nombre entre el de los jóvenes y prometedores talentos del European Tour. El australiano, que partía en el liderato sobre la hierba del Beach Course, ha dado toda una lección de serenidad para anotarse su primer título en el mejor circuito del viejo continente.
Y lo hizo sin aspavientos ni estridencias. Partía con un cómodo colchón de golpes en lo más alto de la clasificación y sólo le hizo falta conservarlos para defenderse de las acometidas de un Ryan Fox (64 golpes, -17) que parecía tocado por una varita mágica en la mañana de hoy. Hasta dos eagles y cuatro birdies sin errores acabó presentando Fox, que tuvo que conformarse con ostentar la segunda posición del podio después de que Min Woo Lee (68 golpes, -19) pusiera tierra de por medio desde el inicio.
Lo hizo con tres birdies en las cuatro primeras banderas que dejaron, prácticamente, el campeonato visto para sentencia. De poco sirvió que sus rivales intentaran ponerle remedio al viento con buen Golf -Eolo volvió a ser uno de los grandes protagonistas de la cita-. Y es que el golfista oceánico tenía bien claras sus prioridades y las hizo valer con un nuevo acierto en el hoyo 15. El bogey en el 17 -al igual que le sucedió ayer- importó de poco, pues un nuevo birdie en el 18 hizo valer su superioridad en la semana para hacerse con el primer éxito de una carrera que muchos vaticinan como exitosa.
Por lo que respecta a Alejandro Cañizares (69 golpes, -9), único español que pudo avanzar a la última ronda en el Vic Open, enorme fin de fiesta para el madrileño, que ha conseguido terminar en el Top 15, su mejor resultado desde aquel noveno puesto en el Made in Denmark del pasado mes de mayo, después de una ronda en la que los tres birdies en sus cuatro últimas banderas han hecho bueno el refrán de los madrugadores -ha salido desde el segundo partido- y le permiten sumar un buen puñado de dólares en su intento por retener este curso la tarjeta del European Tour.
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