Eddie Pepperell fue el autor de uno de los Hoyos en Uno más raros y con más suerte vistos en el Tour. El inglés disparó su bola desde 172 yardas (157 metros), botó en la cazoleta, golpeó la bandera y con otro bote, y su efecto, se colaba en el agujero. Una acción que arrancaba primero los uhhhs del público para dar paso un segundo después a los ohhhs y a los aplausos.






2 respuestas