Jon defiende con uñas y dientes su número 1, pero su Top 6 no evita que DJ sea el nuevo rey del Golf

El estadounidense, que se llevó el Northern Trust por la vía rápida, alcanzó el -30 tras otro enorme día en el que se anotó un eagle y seis birdies

El norteamericano logró la segunda tarjeta más baja de la historia de la gira a 72 hoyos. Foto: @PGATour

Lo único que mantuvo en tensión este domingo a Dustin Johnson (67 golpes, -30) sobre la hierba del TPC Boston fueron las nubes que comenzaron a acumularse sobre el campo y que impidieron que el campeonato finalizara a la hora prevista tras un obligado parón. Por lo demás, el jugador de Columbia no temió en ningún momento por una victoria que llevaba ya encarrilada a comienzo del día pero que sentenció sin posibilidad de retorno gracias a unos nueve primeros hoyos de vértigo. En ellos, el norteamericano firmó un eagle y cuatro birdies sin errores que lo auparon a un estratosférico -30 con once golpes de ventaja sobre el segundo clasificado Harris English (69 golpes, -19). 

Todo lo que tocó Dustin durante el transcurso de la semana lo transformó en oro y este domingo no fue una excepción. El estadounidense cuajó una ronda en la que rozó la perfección en las estadísticas de calles cogidas y de greenes en regulación para volverse a imponer holgadamente al campo -de hecho, cogió todas las calles-, para llevarse consigo su 22ª victoria en el PGA Tour y, cómo no, el privilegio de volverse a situar como el mejor jugador del mundo. Un extraordinario bonus final que ni siquiera pudo impedir la grandísima ronda final llevada a cabo por Jon Rahm (65 golpes, -16). 

El León de Barrika, que sabía que necesitaba al menos engancharse al subcampeonato para retener la corona mundial, llevó a cabo una gran defensa de su preciado trofeo tras un enorme día en el que se anotó en la cartulina un eagle, cinco birdies y un solitario bogey para colocar su tarjeta en el -16 final que, si bien es cierto que no le sirvió para que Dustin sintiera la presión, sí que le facilitó la tarea de instalarse en el Top 6 del evento y subir una plaza -hasta la novena– en la FedEx Cup. De este modo, Jon mira al futuro con optimismo después de este gran final de evento y ya cuenta los días para poder volver a jugar y tratar de recuperar su posición de privilegio en la clasificación global. 

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