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El deportista de Dallas disfrutó del triunfo junto a su mujer Annie y su hijo Sammy. Foto: @PGATour
Desde que en el año 2014 visitó por vez primera el Augusta National, los encuentros de Jordan Spieth con el primer Grande del año habían discurrido todos por una senda similar: el deportista de Dallas había conquistado un título, además de dos subcampeonatos y dos terceros puestos. Es por esto que el corte perdido hace un par de semanas sorprendió al gran público e hizo presagiar una peregrinación por el desierto del norteamericano como la que ya tuvo desde el año 2017 a abril de 2021, cuando se llevó el Valero Texas Open. Pero nada más lejos de la realidad.
La amarga semana en Georgia le dio alas al triple ganador de Major. Tanto fue así que en el RBC Heritage no hizo otra cosa que ir a más con el paso de las horas. Empezó con una vuelta con 69 impactos, siguió con dos más con 68 para finalizar con un extraordinario 66 que le abrió de par en par las puertas del PlayOff. “Nunca antes perdí un corte en el Masters y muy pocas veces llegué al domingo sin posibilidad alguna de ganar el torneo, así que fue el peor sentimiento que he tenido como golfista”, confesó el estadounidense en la rueda de prensa posterior a su triunfo en Harbour Town.
“Y ahora he conseguido llevarme un torneo sin hacer nada con el putter. Empecé bien consiguiendo un cinco bajo par en los ocho primeros hoyos que me hizo asentarme. Luego llegó el golpe de salida en el 9 que me obligó a jugar un golpe raro desde el bunker. Realmente, no sabía ni lo que hacer en esa situación. Después del bogey, pensé que tendría que hacer un -3 en los nueve últimos para tener opciones de ganar el campeonato, pero tuve la suerte de jugar el desempate con un -1”, sentenció.
Team Greller ??? pic.twitter.com/c8KspBV70X
— PGA TOUR (@PGATOUR) April 17, 2022
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