Koepka acusa a los aficionados de golpearle intencionadamente la rodilla de la que fue operado

25 mayo, 2021 | Redaccion

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El americano hizo público su malestar en la sala de prensa después de que cientos de aficionados se agolparan dentro de cuerdas en el 18

El ex número 1 tuvo unas palabras tras su ronda que podrían generar mucha polémica. Foto: @BKoepka

Aunque durante algunos minutos muchos confiaron en que pudiera dejar atrás el calvario de lesiones que ha arrastrado durante las últimas temporadas y encauzara el que hubiese sido su tercer US PGA Championship, lo cierto es que el domingo no le terminaron de salir las cosas a Brooks Koepka. El ex número 1 mundial, que tras su paso por el 1 le arrebató momentáneamente el liderato a Phil Mickelson, se anotó inmediatamente un doblebogey que le trastocó los planes y le obligó durante el resto del día a vagar sin pena ni gloria por el Oacean Course de Kiawah Island.

Eso sí, el norteamericano lo intentó hasta el final y dos aciertos en el 15 y el 16, unido a una mala salida de Lefty en el 17, le dejaron muy cerca de alcanzar a su compatriota. De hecho, los dos golpes de desventaja le permitieron tener una última oportunidad en el 18, pero fue entonces cuando se produjo la avalancha de aficionados por dentro de cuerdas que terminó por sentenciar el evento. Una fotografía impresionante que, dicho sea de paso, nunca tenía que haber ocurrido y que hizo que BK saliera a rueda de prensa muy enfadado con lo que acababa de pasar.

“Evidentemente, no estoy feliz con todo lo que acaba de suceder. De hecho, no sé si hay una palabra que pueda utilizar para explicar la situación sin que me puedan multar. Es una situación que duele”, comenzó afirmando el jugador de las barras y estrellas. De hecho, el doble campeón del US PGA señaló que durante la entrada masiva de aficionados al campo -y mientras tanto Mickelson como él trataban de abrirse paso entre la multitud-, recibió sendos impactos en la pierna derecha recién intervenida.

“Noté varios golpes en la rodilla, pero creo que a nadie le importaba una mierda. Incluso Ricky Elliot -su caddie– recibió un golpe en la cara”, señaló indignado. “No creo que nadie entienda lo que pasó y de la manera en que lo hizo. Había cinco personas de pie al lado mientras hacía el swing y es inevitable ponerse nervioso. Me dio la sensación de que alguien intentó buscarme la rodilla. No sé por qué, pero es como lo percibí”, sentenció. Unas palabras que pueden traer cola debido a la gravedad de las mismas.