Como recordarán, durante el pasado mes de noviembre nos hicimos eco de una noticia que tenía a Joaquín Niemann como gran protagonista. Y es que la promesa chilena se había puesto al frente de una campaña para salvar la vida del pequeño Rafita, un bebé de pocos días que había nacido con atrofia muscular espinal, una enfermedad de las denominadas raras que precisaba de un tratamiento inasumible económicamente para los padres de la criatura. Fue por ello que el joven deportista se comprometió a donar todas las ganancias que consiguiera durante su estancia en el RSM Classic.
Además, a esta cantidad le añadió cinco mil dólares por cada birdie y diez mil por cada eagle, lo que acabó en una donación total de 152.450 dólares para el jugador latinoamericano -cantidad a la que sumó unos 65 mil de su participación en Mayakoba-. Un montante respetable, aunque lejano del propósito de los 2,1 millones de dólares que hacían falta para que el tratamiento pudiera llevarse a cabo. Sin embargo, la semilla plantada por Niemann ha tenido una feliz noticia en forma de donaciones a lo largo y ancho del planeta, como puede explicarse tras asegurar el propio golfista que el objetivo estaba muy cerca de conseguirse.
“Ha sido increíble todo el apoyo que he conseguido por parte de la gira. Especialmente en México, donde se le llegaron a hacer donaciones a la causa de Rafita por un importe de cien mil dólares. Es extraordinario ver lo que hemos conseguido en estos meses. Estamos ahora mismo en el 95 o 97 por ciento de nuestra meta, así que estoy muy feliz tanto por haber ayudado como por el apoyo que nos han brindado desde el PGA Tour”, aseguró el jugador de PING en la rueda de prensa previa al Sony Open que tendrá lugar esta semana. Una enorme acción con la que demuestra que no hay que ganar muchos torneos para ser un verdadero número 1.