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Todd es uno de los aspirantes al triunfo en cuanto se produzca la reanudación el lunes. Foto: @PGATour
A pesar del retraso acumulado desde los primeros compases del campeonato, la decisión era clara para este domingo desde la organización: los jugadores saldrían en dos ocasiones al campo e intentarían jugar cuantos más hoyos mejor con el objetivo de dejar para este lunes el menor compromiso posible. Y así hicieron. De hecho, faltó poco más de una hora para que se pudiera completar una cuarta jornada que se acabó postergando por falta de luz y que verá su finalización a primera hora de hoy.
Hasta este momento la igualdad había sido la tónica dominante sobre Playa del Carmen y hasta cinco jugadores pugnaban por el primer puesto en un abanico de sólo tres golpes. Vaughn Taylor (Hoyo 14, -20), Brendon Todd (Hoyo 14, -20), Carlos Ortiz (Hoyo 17, -19), Harris English (Hoyo 14, -19) y Adam Long (Hoyo 15, -18) lo darán todo este mismo lunes por hacer buenos los pronósticos y así coronar a uno de ellos como ganador en el mejor circuito del planeta. Aunque para ello todavía tendrán que vencer a los nervios, algo que se hizo patente con el transcurso de los minutos.
De hecho, Brendon Todd, quien dominaba por un golpe antes de que la bocina pusiera fin al juego en Mayakoba y que hasta ese momento apenas había errado un solo golpe, cometió un doloroso bogey que estrechó todo al máximo y provocó que Taylor, quien cuajaba una aseada vuelta con cuatro birdies sin errores, le igualara en la clasificación con cuatro banderas por disputar. Al igual que el local Carlos Ortiz quien, a pesar de iniciar la ronda con un doblebogey, se sobrepuso con siete birdies para poner en su tarjeta el -5 y colocarse a uno con la última bandera por disputar.
Pero sin lugar a dudas, si hay una amenaza para los dos líderes en su compatriota Harris English, quien no se ha bajado de las primeras plazas desde los primeros 36 hoyos y, con una vuelta con cuatro birdies y un bogey, se coloca uno de la primera plaza con todavía cuatro banderas por disputar. El espectáculo está servido.
