La jugadora del LET Carly Booth se mete en un lío al anunciar a su nuevo patrocinador: Saudi Golf

La escocesa tuvo que borrar el post publicado en sus RRSS después de que sus seguidores la criticaran por ser parte de este represivo régimen

La jugadora escocesa se mostraba «orgullosa» de su nuevo anunciante. Foto: @carlyabooth

La jugadora escocesa Carly Booth ha desatado una enorme ola de comentarios hace unas horas. Y no es que se haya sometido a otra sesión de fotos explosiva como la que llevó a cabo hace unos cuantos años. Más bien ha sido todo lo contrario. Y es que la británica publicó en sus RRSS una fotografía en la que se la podía ver en cuclillas junto a su bolsa anunciando su nuevo patrocinador: Golf Saudi. Pero más allá de la foto -que también- lo que ha indignado a miles de personas es el mensaje que acompañaba a la instantánea. 

“Me siento muy orgullosa de representar a Golf Saudi, ya que reconocen que las mujeres en el deporte son de suma importancia”, comenzó diciendo la doble ganadora del Ladies European Tour, para concluir el post con un otro párrafo a todas luces desafortunado. “Aunque culturalmente están en un lugar diferente a otros países, están haciendo todo lo posible por introducir a las niñas y a las mujeres en el deporte y llevar estilos de vida saludables”. 

Obviamente, todos los que tuvieron la ocasión de contemplar el mensaje antes de que lo borrara se quedaron ojipláticos. Y las reacciones de sus seguidores no tardaron en llegar. Desde el “creo que deberías dirigirte a Google y buscar un poco de información acerca de los derechos de las mujeres en Arabia Saudí antes de anunciar esto”, hasta el “repugnante apoyo a un régimen asesino”, fueron muchos los que tuvieron a bien recordarle a Booth que es a todas luces incongruente mezclar derechos de las mujeres y Arabia Saudí en la misma frase. 

Un tema que sale a colación de las numerosas voces contrarias a que la Supercopa de España de fútbol se dispute en Arabia Saudí durante los próximos años -algo que se lleva negociando varios días-. Un país al que desde hace bien poco pueden acudir las mujeres a disfrutar de los espectáculos deportivos -eso sí, acompañadas de un hombre- o que incluso se castiga con pena de muerte a los activistas de los derechos de las mujeres.