Lo cierto es que no fue el mejor día para jugar al Golf sobre la hierba del TPC Scottsdale. La lluvia y el viento se unieron a la ya intrincada posición de la bandera en la jornada del domingo para hacerle la vida muy complicada a todos los jugadores. De hecho, no hay más que ver la ronda de Rickie Fowler para hacerse una idea de cómo lo pasó el californiano en determinados momentos de su vuelta.
Concretamente nos vamos a quedar con el hoyo 11, momento en el que al estadounidense se le juntó una bola al agua con la mala fortuna para ofrecernos una de las imágenes más rocambolescas de los últimos tiempos en el PGA Tour. Pongámonos en situación: el de Murrieta se enfrentaba a su tercer golpe en este par 4 cuando el exceso de fuerza en su chip provocó que el esférico se fuera al obstáculo acuático.
Y fue en este momento donde se produjo la anécdota del domingo. Fowler dropó y, cuando estaba estudiando su siguiente golpe en los alrededores de green, la bola volvió a caer al agua. Una acción que, al estar en juego la bola, provocó un nuevo golpe de penalidad. En definitiva: el norteamericano acabó firmando un triplebogey que estuvo muy cerca de costarle el triunfo final.
Rickie Fowler has made a triple bogey 7.
The lead is down to 1. pic.twitter.com/1gZxTfJvVJ
— PGA TOUR (@PGATOUR) February 3, 2019