El norteamericano se sincera sobre su presencia en redes los últimos tiempos. Foto: @PGATour
Vivimos en la era de la inmediatez, del estar conectado 24/7 y de las apariencias en las redes sociales. Una cuestión que se magnifica cuando el protagonista de las mismas tiene especial relevancia. Esto puede venir bien en ocasiones, pues uno tiene un amplio poder de convocatoria al contar aquí con un potente altavoz. Sin embargo, en muchas ocasiones puede suponer un arma de doble filo si no se sabe discernir lo importante de lo superfluo.
Max Homa fue consciente de ello en el mismo momento en que su popularidad comenzó a subir tras alcanzar las diez primeras posiciones del ranking mundial y, sobre todo, cuando vinieron las vacas flacas. Sin ir más lejos, y obviando el Top 12 conseguido en el Masters de Augusta, el norteamericano no está experimentando un buen año en cuanto a resultados. Ha fallado ocho cortes en sus dieciséis apariciones en la gira y su presencia en las redes ha ido menguando a medida que los haters afloraban.
El americano echa de menos las interacciones, pero no está dispuesto a pagar un alto precio
Y eso que Homa fue muy asiduo al ahora conocido como X -antes Twitter-, donde analizaba en clave de humor algunos particulares swings de aficionados. Sin embargo, el aumento de seguidores -con el consiguiente aumento de personas que solo buscan incordiar– ha llevado al norteamericano a dejar a un lado este pasatiempo con el único objetivo de cuidar su salud mental, tal y como ha reconocido en la previa del John Deere Classic.
“Alguien me preguntó el otro día qué diferencia había entre hoy y la mala racha que tuve también en 2017. La respuesta es simple: el golf ha crecido y la falta de anonimato es ahora más difícil. Antes me encantaba ir a bares con mis amigos a disfrutar de algún partido, pero ahora eso ya no lo puedo hacer”, señalaba Homa.
“X, sin ir más lejos, se ha convertido en un lugar horrible. Me costó darme cuenta de la energía desperdiciada aquí. Echo de menos la conexión con los aficionados, pero no estoy dispuesto a pagar este precio. Es un refugio para imbéciles”, se sinceró el golfista, quien sigue buscando un hobby que le permita despejarse fuera de los campos.
“Me gustaría pescar o dedicarle algo más de tiempo a la cocina, porque no se me da muy bien. Por suerte, me hijo pequeño solo come tiras de pollo y deberá pensar que soy un gran cocinero”, sentenció entre risas.
Teach me how to aim it better next time plz I missed the pin by a mile
— max homa (@Maxhoma) January 23, 2025
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