La USGA reconoce que las dos primeras rondas podrían estar más cerca de las 6 horas que de las 5

La longitud del campo, unida al viento y a las tremendas dificultades con las que se encontrarán los jugadores fuera de calle actuarán de apoyo al disparo de los tiempos el jueves y el viernes en Erin Hills

El complejo situado en Wisconsin dará mucho que hablar en sus primeras horas. Foto: @TravelWI

Para nada nos estamos quedando con ustedes, pero vayan haciéndose a la idea de que las 7.741 yardas de Erin Hills –la segunda sede más larga de la historia del US Open, solo superada por la vivida hace dos años en Chambers Bay– darán que hablar y mucho durante las primeras horas del evento. Y ya no solo por sus intrincados recorridos, sus greenes o la altura del rough, sino por el tiempo que les llevará a los jugadores completar las rondas cuando los jugadores salgan de tres en tres por el tee.

Y es que, pese a que en la conferencia del miércoles la USGA informó que los tiempos de la ronda de los dos primeros días de torneo se iban a ir hasta las 4 horas y 52 minutos de media, dejó abierta la posibilidad de que estas se disputen casi con toda seguridad por encima de las cinco horas… ¡e incluso no sería descartable que se llegara a las seis! La razón de esta plausible discrepancia de cronos es bien sencilla. Desde la organización se ha calculado todo a tenor de los vientos que pueda haber a una hora determinada en un lugar concreto. Y, claro, un cambio en la meteorología puede cambiarlo todo.

“Está claro que el golpe desde el tee en el 1 no va a ser igual a las 8, a las 9 o a las 12 de la mañana”, afirmó Mike Davis, director ejecutivo de la USGA. “Si nos fijamos, por ejemplo, en las 500 yardas del par 4 del 1 y establecemos que va a soplar viento del suroeste y, de repente, cambia y empieza el viento del noroeste los jugadores van a ser incapaces de llegar a la plataforma  superior a la primera. No es lo que queremos, porque esto desencadenaría más bolas fuera de calles, más tiempo para buscarlas y que todos se tomen más tiempo para golpear”, admitió el directivo.

A pesar de los más de cinco mil voluntarios y de los numerosos marshals que estarán velando por el correcto funcionamiento del evento, poco van a poder ayudar si lo que está en juego es el golpe de un jugador que se espera a que pasen las numerosas rachas de viento de jueves y viernes. Vayan cogiendo sitio y algo de beber, porque nos esperan muchas horas de Golf.