Puede que Jarrod Lyle sea un nombre que no le suene a muchos. Este jugador australiano, que ha pasado toda su carrera a caballo entre el circuito australiano, el Web dot com y el PGA Tour quizá no haya sido de los más prolíficos en cuanto a títulos, pero siempre ha demostrado un saber estar y una lucha fuera de toda duda. En 1999, con 17 años, sufrió por primera vez la llegada a su vida de la leucemia, algo que volvió a repetirse en 2012. Lejos de rendirse, él siguió batallando, venciendo las duras pruebas a las que le sometía la enfermedad.
Pero parece que la dolencia no quiere abandonar su vida. Esta semana, varios años después de que los médicos dieran por finalizada la batalla, un examen de sangre rutinario emitió unos datos preocupantes: la leucemia había vuelto. “Jarrod fue inmediatamente puesto en tratamiento por el que había sido su médico en las ocasiones precedentes, en el Royal Melbourne Hospital”, informó la familia del deportista oceánico a través de un comunicado.
“Ha sido sometido a varias pruebas y le harán más durante los próximos días. Estamos agradecidos de estar rodeados de personas tremendamente solidarias y apreciamos su consideración y respeto por nuestra privacidad en este momento”, concluía la misiva antes de que el propio jugador diera a conocer la mala noticia en sus redes sociales.
“Estoy decidido a ser positivo tanto como pueda. Este es mi último momento antes de volver a someterme a la quimioterapia. ¡Podría ser una de mis últimas fotos con pelo! #MalditoCancer”, publicó Lyle a través de su perfil de Facebook. Los médicos, como Jarrod, se muestran optimistas, sobre todo por los grandes avances producidos en este terreno en los últimos cinco años. “Tiene un gran historial y eso es lo que todos recordamos. Ya lo ha hecho antes, ¿por qué no una tercera vez?” preguntaba su mujer Briony. Desde aquí no podemos hacer otra cosa que enviarle toda nuestra fuerza para alzarse con el triunfo en su Major más importante.
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