En medio de tanto lío y estrella, que si el Open Británico, que si Mickelson, Tiger Woods, Miguel Ángel Jiménez o el sursum corda, quizá haya podido pasar inadvertido el triunfo, la gesta, de la navarra Beatriz Recari, quien se está labrando una reputación en los Estados Unidos sin precedentes en el golf español exceptuando la que fabricó José Mari Olazábal.
Resulta paradójico que Recari ganase el domingo un torneo de nombre Marathon. La navarra es apodada la ‘Ironwomen’ del golf, porque cuida con detalle de atleta su físico, su dieta, la técnica y los descansos. Beatriz es una atleta, y ha conquistado su segundo título de la temporada y tercero en el LPGA Tour. Ninguna mujer española había conseguido antes semejante hazaña.
Todo este rosario de éxitos, sin contar con que Beatriz atravesó toda la temporada de 2012 sin fallar un solo corte y en este 2013 tan solo ha fallado en uno, no puede quedar oscurecido o en penumbra. Tengo que reconocer, pese a mi devoción por este deporte, que he seguido como he podido las evoluciones de Recari, porque el Open en Muirfield me quitó todas las tardes de jueves a domingo. Y uno, oiga, tiene familia y quiere conservarla.
Pero el trabajo realizado por Recari debería ser observado muy de cerca por nuestras autoridades deportivas, porque esta mujer de 26 años, que se ha ganado una plaza para la Solheim Cup, va camino de convertirse en un verdadero icono del golf y cuyos métodos ya son copiados por algunas de las mejores golfistas del planeta.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE