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El actual séptimo mejor jugador del mundo dio un auténtico clínic con los hierros. Foto: @PGATour
Se hace muy difícil siquiera imaginar una ronda de golf mejor que la que ha disputado Jon Rahm (62 golpes, -10) en esta jornada de jueves en el campo norte de Torrey Pines. Y es que el jugador español ha sido el amo y señor de San Diego con una vuelta que le ha permitido ser el centro de atención allí donde ya salió campeón en 2017. Nada más y nada menos que 62 golpes se anotó en la cartulina el vizcaíno. Un diez bajo par que lo coloca en la primera posición en solitario para consolidarse como uno de los favoritos al triunfo final.
Todo se fraguó a fuego lento, pero ya desde el principio Rahm dio muestras de que hoy podía ser su gran día -y vaya si lo fue-. El eagle en el hoyo 10 -su primera bandera- fue una premonición y un juego absolutamente fantástico con los hierros -en las salidas no estuvo tan acertado, pues solo cogió el cincuenta por ciento de calles- le sirvió en bandeja de plata unos birdies que fueron cayendo por inercia en su tarjeta.
Hasta tres logró en sus nueve primeros hoyos, lo que junto a dos eagles lo colocaban en una media que invitaba a intentar sumarse a la élite de esos jugadores que han conseguido bajar de los 60. Finalmente este objetivo quedó algo alejado, pero esto no fue óbice para impedirle conseguir una cartulina en la que otros cuatro birdies la colocaban como la mejor de este primer día en el Farmers Insurance Open.
Por detrás de él aparecen el número 1 mundial, Justin Rose (63 golpes, -9) y el estadounidense Doug Ghim (63 golpes, -9), mientras que tenemos que bajar al quinto escalón para encontrar a Jordan Spieth (65 golpes, -7), otro de los llamados a marcar diferencias en este torneo. Unos resultados que nos hacen valorar muchísimo la actuación del español en el inicio del campeonato.
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