Si hace unas horas les comentábamos el increíble acierto de Jon Rahm (71 golpes, -7) en la jornada inaugural del WGC- St. Jude Invitational, en esta ocasión le tocó vivir la cara “B” de la moneda al León de Barrika, que tuvo que batallar contra viento y marea para conseguir un buen resultado de su segundo encuentro con un TPC Southwind que enseñó sus armas a base de bien. De hecho, Rahm partía en el liderato del torneo con tres impactos de ventaja sobre el grupo perseguidor y, 24 horas después, nos encontramos con el deportista vasco en el segundo escalón del podio.
Todo ello después de vivir este viernes un inicio complicado de ronda con dos fallos sin aciertos en la primera parte del recorrido que al final terminó por pasar factura. Rahm lo intentaba por activa y por pasiva pero los hoyos, que solo unas horas antes habían mostrado su predisposición a darle algún privilegio al español, se cerraban en banda ante la incredulidad del octavo jugador del planeta. Pero dice el refranero español que quien la sigue la consigue y, después de un nuevo bogey en el 12, la suerte le comenzó a cambiar.
Los birdies en el 13, el 16 y el 17 –el último de ellos tras un impacto brutal desde la calle– dieron fe de ello y ni siquiera el nuevo error en el 15 le afectó en exceso, entregando finalmente una tarjeta global con un uno sobre par que le permite quedarse a solo dos golpes de un Matt Fitzpatrick (64 golpes, -9) que este viernes aprovechó para conseguir la mejor vuelta en un torneo sancionado por el PGA Tour gracias a un comienzo de día brutal -inició la ronda con cuatro birdies en las cuatro primeras banderas- que tuvo continuación en el resto de la ronda.
Algo más retrasado en la tabla aparece Sergio García (71 golpes, Par), que tuvo que despedirse con una ronda con números positivos después de que el dos bajo par de la primera parte de recorrido no tuviera continuidad en el tiempo en su cartulina. Dos doblebogeys prácticamente consecutivos en el 11 y el 14 jugaron en su contra y el 71 presentado lo condujo finalmente al Top 33, tres posiciones por delante de un Rafa Cabrera Bello (71 golpes, +1) que tuvo dos caras completamente diferenciadas para completar la ronda y se queda a solo uno de los números del castellonense.