Después de terminar dentro del Top 15 en aquella edición de 2012, lo cierto es que Kyle Reifers tiene mucho que contar después de lo que le ocurrió sobre la hierba del Colonial ese año. Sobre todo en lo referido a la acción que le acabó dejando sin driver después de un monstruoso impacto desde el tee que provocó que la cabeza de su palo saliera despedida a la misma velocidad con la que se alejaba la bola. Una de las imágenes, a cámara lenta, más curiosas de esa edición de la que ahora se cumplen ocho años.
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