Si alguien le llega a decir a Brandon Stone (60 golpes, -20) esta mañana que, además de conseguir la victoria en el Scottish Open y ganarse el pasaporte para jugar en Carnoustie la próxima semana, iba a estar a punto de hacer historia en el circuito europeo le habrían tomado cuanto menos por loco. Y no nos extraña lo más mínimo. Para empezar porque el sudafricano arrancó su ronda alrededor del Top 20, una posición desde la que tendría que hacerlo muy bien para ganarse su ascenso entre los mejores y, por tanto, disponer de minutos televisivos. Y para continuar porque lo que hizo no está al alcance de muchos.
Y no solo lo hizo bien sino que rozó la perfección. El jugador africano arrancó con cuatro birdies sin errores los nueve primeros hoyos, pero lo mejor estaba por llegar. Birdies al 10, 12, 14, 15 y un eagle al 16 le colocaban con un estratosférico diez bajo par y le abría de par en par las puertas del 59 con solo un birdie más. Un 59 que no está de más recordar que, aunque en Estados Unidos la hemos visto en más de una ocasión, todavía no se ha dado en una ronda oficial del European Tour.
Este putt en el 18 dejó a Stone a las puertas del primer 59 en la historia del European
Pero el cuento de hadas que vivió Stone no pudo tener un final feliz y tras un par en el 17 se enfrentaba al 18 con solo una bala en la recámara. Buen golpe desde la salida, exquisito approach y ahí estaba Stone en el green, aproximadamente a unos tres metros de su objetivo. Se cuadró, disparó… y la bola se marchó por la parte de arriba del agujero, dejando al sudafricano con la miel en los labios y, eso sí, con el triunfo en el bolsillo.
Y es que ni Eddie Pepperell (64 golpes, -16) ni Trevor Immelman (65 golpes, -18) -los tres que han conseguido las invitaciones al Open– ni tan siquiera Luke List (64 golpes, -15) llegaron a rebatirle el triunfo en una semana que será recordada como una de las veces que más cerca hemos estado de escribir una página dorada en la gira.
En cuanto a la presencia española mal domingo para los cuatro nacionales sobre la hierba de Gullane. Y es que ninguno consiguió entregar una cartulina por debajo del par y terminaron por retroceder sus posiciones. Así pues, Gonzalo Fernández-Castaño (71 golpes, -8) y Jorge Campillo (71 golpes, -8) acabaron bajando hasta el T32, mientras que Scott Fernández (73 golpes, -4) y Pedro Oriol (77 golpes, -1), el madrileño tras un día aciago después de comenzar con un quíntuplebogey, sellaron la presencia de la Armada.
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