Necesitaba por todos los medios sacar provecho del par 5 del hoyo 16, la bandera más sencilla del día. Fue por esto que salió a por todas desde el tee… y casi le cuesta un disgusto a Thomas. La bola acabó en muy a la derecha y tuvo que emplearse a fondo para devolverla a la calle con su segundo golpe. Desde aquí, tenía que ajustar mucho para dejarse hecho el birdie y descansar un poco de la presión asfixiante a la que le estaba sometiendo en ese momento Koepka. Dicho y hecho. El jugador de Louisville pegó un disparo antológico que le permitió subir el definitivo -13 a su marcador.