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El jugador de las barras y estrellas se cuela en el primer puesto y tratará de seguir avanzando plazas. Foto: @PGATour
Hace poco más de un mes Matthew Wolff (65 golpes, -21) se encontraba preparando el salto al profesionalismo después de los grandísimos informes que le auguraban un futuro brillante en el PGA Tour. Ahora, unas semanas después, el jovencísimo jugador norteamericano de destartalado swing ya puede presumir de haber conseguido ganar en el mejor circuito del mundo. El 3M Open disputado sobre la hierba del TPC Twin Cities ha dejado algunos registros para la historia, como el de que se ha convertido con 20 años en el noveno jugador más joven en ganar en la gira. Pero no solo eso.
Descubran el destartalado swing del campeón de la NCAA Matthew Wolff, futura estrella del PGA
Wolff ya es junto a Ben Crenshaw y Tiger Woods el único deportista que ha logrado alzarse con un título individual en la NCAA y una victoria en el PGA Tour en el mismo año, además de transformarse en el octavo jugador desde 1970 en vencer en su cuarto intento en un evento del considerado mejor circuito del planeta. Y todo gracias a un día en el que no le perdió la cara al torneo en ningún momento a pesar de que tanto Bryson DeChambeau (66 golpes, -20) y Collin Morikawa (66 golpes, -20) se lo pusieron muy difícil.
Wolff tiró de épica para salirse con la suya en el 3M Open al convertir este eagle definitivo
Sus compatriotas llegaron a entregar cartulinas en los cinco golpes por debajo del par y así alcanzar las dos decenas en negativo, marca que parecía suficiente para salvar el PlayOff… hasta que llegó el golpe del campeonato. Wolff se encontraba con -19 después de una ronda de la que había logrado salir airoso con cinco birdies y un solitario bogey cuando en la última bandera del día el estadounidense convirtió el golpe más importante de su corta carrera después de ser capaz de embocar desde fuera de green para lograr uno de los finales más ajustados de los últimos tiempos.
El eagle del californiano dio un vuelco impredecible a los acontecimientos, lo que le obligó a su compañero de duelo Collin Morikawa (66 golpes, -20) a tener que meterla desde una distancia de siete metros si quería forzar la muerte súbita. No ocurrió y el trofeo inaugural del campeonato 3M Open pasó a engrosar las vitrinas de un jugador llamado a marcar una era en el golf.
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