El mejor golf de Miguel Ángel Jiménez es proporcional al grado de disfrute de la vida. O lo que es igual, allá donde el andaluz disfruta de la vida su ‘swing’ florece como las amapolas en primavera, en este caso como la flor de Edelweiss en la montaña suiza. El español ha olvidado el amargo sabor de Gales -falló el corte con la peor vuelta del año- y ha resurgido en el Masters Europeo que comenzó en Crans-sur-Sierre, en donde goza hace 25 años del golf, del paisaje, de su habitación con vistas al valle y de la comida española de calidad, aunque parezca imposible.
Jiménez es segundo con 6 abajo (65 golpes), en un estreno en el que salpicó siete ‘birdies’ y un solo error. Dos golpes mejor se situó, en el liderato, el indio Anirban Lahiri, porque el torneo es puntuable para los circuitos europeo y asiático.
Sin embargo, no todo pinta de color de rosa a juicio de Miguel Ángel, porque a su juicio el campo es «bastante selectivo», ya que «los ‘greenes’ están muy duros». «Veremos a ver estos días qué pasa, y la tendinitis (codo de tenista) me sigue molestando, pero va bastante mejor esta semana», apuntó al European Tour.
Los ingleses Tommy Fletwood y Paul Casey comparten puesto con el jugador de Churriana, quien cumple 25 torneos en Suiza de manera consecutiva.
José María Olazábal también despuntó, con 67 golpes, y es sexto en una primera ronda positiva para los golfistas más veteranos del plantel español. Eduardo de la Riva (-3), Alejandro Cañizares (-2) y Gonzalo Fernández-Castaño (-1) también concluyeron bajo par los primeros 18 hoyos.