Hay cosas que cambian para bien, por ejemplo el gran trabajo de José Mari Olazábal en el Open de Irlanda con la vuelta a un ‘top-5’ en un torneo del Tour europeo, y otras que no varían, como el desencuentro del propio jugador vasco, de 47 años, con el palo más largo de la bolsa, el ‘driver’.
«El resto de juego está aceptable pero este palo me está matando«, proclamó Olazábal, el reciente premio ‘Príncipe de Asturias de los Deportes’ sobre el ‘driver’. El excapitán de la Ryder Cup completó su mejor torneo en más de dos años y medio, con el remate de un día de viento y lluvia en el Carton House irlandés preparado para una fiesta irlandesa y que ganó un inglés, Paul Casey.
«Mis sensaciones son un 50 por ciento de alegría y un 50 por ciento de frustración», confesó el vasco al European Tour. «Por el hoyo 9 y 10 he pensado que si no cometía errores y hacía un par de ‘birdies’ tendría alguna oportunidad de ganar. No obstante, ha sido bonito estar ahí, en la pomada», declaró.
Olazábal, que no gana desde el Mallorca Classic de 2005, quedó tercero por última vez hace dos años y medio. Con este quinto puesto, el jugador guipuzcoano demuestra su elevado estado de forma y de óptima disposición para la alta competición.