Pudo ser el golpe del día, del torneo y posiblemente del año de no ser por que Jimmy Walker tan solo necesitaba del par después de haber embocado un putt de casi tres metros en el hoyo anterior. Y es que el hierro de Jason Day desde más de 250 yardas en el 18 fue simplemente sensacional, un golpazo que dejó la bola a poco más de cuatro metros que sirvió para sacar el eagle y meter presión a su rival.
Hierro
NOT.
DONE.
YET. #PGAChamp https://t.co/AypafXhCZ7
— PGA.COM (@PGAcom) 31 de julio de 2016
Putt






