En una sociedad poco acostumbrada a que sus líderes políticos aparecieran practicando su actividad preferida, el 34º presidente de los Estados Unidos fue de los primeros en normalizar la situación
Estamos en una época donde estamos acostumbrados a que los Jefes de Estado salgan a la luz pública mostrando su cara más personal llevando a cabo las actividades que más le gustan. Pero eso no siempre fue así. Uno de los primeros en hacerlo -o al menos del que tuvimos constancia- fue Dwight Eisenhower, 34º presidente de los Estados Unidos y máximo mandatario del país de las barras y estrellas entre los años 1953 y 1961.
Como recordarán, Eisenhower fue conocido en una y otra parte del mundo en su por ser de los primeros en mostrar abiertamente su amor por el golf, aprovechando el mínimo resquicio que le concedía su trabajo para escaparse y jugar unos hoyos solo o en compañía. En esta ocasión fue lo segundo cuando, en un campo de Georgia, donde se le pudo ver dando rienda suelta a su pasión ante un gran número de personas que siguió su ronda. Corría el año 1956 y el NO-DO nos lo hacía llegar a través de la gran pantalla de esta manera. (Ver a partir del minuto 03:05)
