José Mari Olazábal me recuerda a Vicente del Bosque en el papel que ambos desempeñan como seleccionadores. Lo digo por el buen talante, que como dijo el propio capitán de la Ryder Cup, su estilo va más por la línea de Pep Guardiola que por la de José Mourinho, siendo Olazábal confeso seguidor de la Real Sociedad. Que no se molesten, pues, los madridistas.
En el hotel Palace, uno de los más lujosos del centro de Madrid, Olazábal fue un dandi con la prensa española que trata el golf. Al más puro estilo ‘delbosquiano’, el capitán Ryder atendió a sirios y a troyanos, se fotografió con unas y con otros, y no regateó pregunta alguna ni sonrisa merecida. Un Señor, vamos.
La cuestión de Álvaro Quirós y su entrada en el equipo de la Ryder Cup 2012 fue una más que se colocó encima de la mesa y mantel del elegante salón del Palace. Y Olazábal advirtió al respecto que detectó en él, durante el Masters de Augusta, “unas ganas locas por entrar”, y añadió: “Después de no pasar ninguno de los dos el corte, estuvimos sábado y domingo en un rincón de la cancha de prácticas del Augusta National pegando bolas y charlando de la Ryder, charlando de golf y entrenando”.
Llegado septiembre no me gustaría que Olazábal se encontrase ante la tesitura de que el último córner (sus dos invitados) lo tenga que rematar a puerta Quirós. El vasco y el andaluz congenian, pero sería más conveniente que el gaditano sumara puntos para meterse en el equipo directamente y no depender de que el balón lanzado desde ese último córner aterrice en su cabeza para convertirse en gol.
Por cierto. Olazábal sigue teniendo un gran apetito: se zampó entre charla y charla el primer y segundo plato (salmón ahumado y pescado al horno) como alma que lleva el diablo. Salud tampoco le falta a este Señor del deporte.
Autor: Toni Tomas Redactor Agencia EFE