Si alguien te preguntara qué es pensar, podrías definirlo como la activación de tu cerebro para resolver un problema o cómo analizar detenidamente algo. Sin embargo, por mucho que nos guste pensar que tenemos control sobre nuestro pensamiento, tengo que decirte que la mayor parte del proceso es automático o subconsciente. Por tanto, ni siquiera tenemos control sobre ellos. La forma en que pensamos y sentimos en ciertas situaciones está predeterminada principalmente por nuestros patrones de pensamiento generados por experiencias pasadas y recuerdos recientes. De hecho, los neurocientíficos dicen que hasta el 95% de nuestros procesos mentales y fisiológicos ocurren sin que nos demos cuenta de que están sucediendo.
Esto es realmente bueno y nos ha ayudado a adaptarnos a los procesos de la vida. Como estoy seguro de que lo has experimentado en tus carnes, tu mejor golf es cuando juegas sin pensar mucho, porque estás jugando al golf inconscientemente. Dicho esto, jugar al golf desde el subconsciente no sirve de mucho si lo que surge de él es negativo y crea sentimientos de miedo y preocupación.
En este artículo, te quiero compartir algunas técnicas poderosas para preparar tu subconsciente diariamente y que durante tus partidas puedas crear un sentimiento de confianza y hacer surgir tus mejores habilidades bajo presión.
En su libro “Thinking Fast and Slow”, el psicólogo y ganador del Premio Nobel en Economía Daniel Kahneman explica que la mayoría de nuestras decisiones se toman utilizando lo que él llama “Sistema 1”, la mente automática e intuitiva.
La mente lógica y analítica, a la que llama “Sistema 2”, se usa muy poco en comparación. La razón por la que el Sistema 1 se usa para hacer la mayor parte de nuestro pensamiento es debido a una eficiencia energética: es más rápido y usa menos energía para operar que el Sistema 2.
Cuando nos disponemos a dar un golpe, solemos tomar decisiones usando el Sistema 2. Sin embargo, el Sistema 1, más rápido e intuitivo, lo usaremos para jugar el golpe, y es mejor dejar que lo haga con una interferencia mínima, con el pensamiento consciente.
El sistema 1 lo definen como “el contador de historias” o narrativas y rápidamente crea patrones basados ??en lo que nos es familiar y surge de manera inconsciente. La familiaridad es seguridad, las sorpresas pueden significar peligro. Utiliza algo que es llamado la memoria asociativa para predecir lo que sigue. Cuando andamos, comemos o escribimos o leemos, no pensamos como se hace, lo hacemos de manera automática.
Si alguna vez has meditado y observado tu mente, puedes ver cómo un pensamiento se convierte rápidamente en otro mediante la memoria asociativa. Respondemos a los estímulos de la misma manera: el Sistema 1 está en funcionamiento constante y solo requiere la ayuda del Sistema 2 si algo es inusual o sorprendente. El Sistema 1 responde constantemente a nuestro entorno y lo que elegimos conscientemente para alimentarlo al desencadenar pensamientos y emociones.
Por esta razón, la mente intuitiva puede verse influenciada por algo que los psicólogos llaman “el efecto de cebado”, que puede usarse para obtener más comportamientos y acciones que pueden ayudarnos a desempeñarnos y vivir mejor.
Los estudios muestran que cuando las personas estamos expuestas a ciertos estímulos antes de realizar una tarea, es más probable que piensen, sientan y actúen de cierta manera. Es decir, nuestra mente se pone en modo «preparada«.
Mediante estímulos que anteriormente hemos trabajado, la mente genera hábitos que llegan a formar parte de nuestra parte subconsciente. Si cada vez que veo un obstáculo de agua mi bola acaba en el fondo, nuestro efecto cebado creará una serie de patrones mentales que crearán una tensión excesiva en mi sistema nervioso y muscular.
Este efecto ocurre, por ejemplo, cuando una mujer está embarazada. Y es que suele ver embarazadas por todas partes. Nuestra mente se prepara para reaccionar a un estímulo en concreto.
Echemos un vistazo a algunas formas en que puede usar el “efecto cebado” para controlar los pensamientos y estado de ánimo en el campo.
Una forma de jugar al golf subconsciente que resultará familiar es la imaginación mental o visualización. Esto puede considerarse una forma de preparación, pues al crear una imagen de un disparo exitoso en la mente, se crea un sentimiento de confianza de que se puede ejecutar.
La visualización se puede utilizar en otros momentos de la ronda. Solo imaginar cosas por las que estás agradecido puede desencadenar un buen estado de ánimo. Esto que parece algo esotérico es utilizado habitualmente por deportistas de élite para generar sensaciones y una preparación muy eficaz para afrontar una competición.
Sí es cierto que, como amateurs, quizá la visualización no sea una técnica que creamos necesaria. No obstante, crear imágenes mentales directamente diseña patrones físicos que ayudan al desempeño de cualquier actividad de nuestro día a día.
Nuestro lenguaje interno crea nuestro mundo exterior. Decía Henry Ford que “tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.
Las afirmaciones positivas son una forma de preparación que puede usar antes o durante tus rondas para ayudar a jugar al golf más fluido.
Una rutina matutina que implique preparación puede marcar una gran diferencia en cómo va tu día. Por ejemplo, establecer intenciones de estar tranquilo, relajado y confiado aumenta las posibilidades de actuar.
En un estudio de ciencias del deporte, en el hockey sobre hierba se evaluó a los jugadores para ver los efectos de las señales verbales en su capacidad para realizar ejercicios de rendimiento bajo presión. La conclusión fue que el grupo que utilizó señales verbales positivas antes de realizar el ejercicio redujo la ansiedad y mejoró el rendimiento. Las palabras se conectan con el subconsciente y desencadenan sentimientos y emociones que se asocian con ellas.
El Real Madrid de baloncesto aplicó un programa de lenguaje positivo y los resultados fueron realmente sorprendentes, tanto en la consecución de títulos como en el ambiente del vestuario.
El lenguaje corporal y las expresiones faciales son otra base. Cuando sonríes, tu mente intuitiva hace una asociación contigo sintiéndote feliz y crea emociones que le corresponden. Aunque de esto hay diferentes estudios y algunos contradictorios, sí podemos decir que nuestro lenguaje corporal no hace desaparecer los problemas, pero sí que nos predisponen a una actitud concreta.
Caminar erguido y con confianza hace que tu mente intuitiva desencadene un sentimiento de confianza. Por el contrario, adoptar posturas más débiles desencadena emociones más negativas como la ansiedad, la decepción y la frustración.
Ahora que sabes más acerca de cómo tu Sistema 1 toma señales todo el tiempo del entorno y de lo que lo alimenta, ten en cuenta cómo afecta a tu golf. El subconsciente forma patrones todo el tiempo para reducir el gasto de energía del cerebro y mantenernos a salvo y estos patrones (o «hábitos») se forman todo el tiempo. Con la atención plena y el entrenamiento mental para el golf, puedes darle forma y crear hábitos e historias que pueden llevarte a tu mejor desempeño con mayor frecuencia.
Solo te animo a que lo practiques en tus entrenamientos, deja que tu subconsciente sea el que dé el golpe y trata de que tu pensamiento consciente intervenga lo menos posible. ¡Menos pensar y más swing interior!
David Espinosa es Coach Deportivo y facilitador de procesos en equipos. Además de un apasionado del golf e investigador de todo el backstage que implica este gran juego en la parte mental y emocional.