«Siento tristeza. No sé, esto es un asco. Trabajas muy duro y te das estas oportunidades y simplemente por un mal momento… No sé qué voy a aprender de esta semana, pero no parecía que estuviera tan lejos. Sí, es un asco». Estas fueron las primeras palabras de Collin Morikawa tras perder el Tournament of Champions ante Jon Rahm.
El declive del estadounidense vino en el par 4 del 14 después de enviar la bola al bunker y dar un filazo con el segundo golpe lo que le costaría el bogey minutos después de que Rahm anotara el eagle en esa misma bandera. «El driver en el 14 no fue tan malo. Ya había estado en ese búnker y no era un golpe imposible. Normalmente, 10 de cada 10 golpes colocaría la bola dentro de los 15 pies (4,5 metros) en el peor de los casos».
«Empecé a sentir el aliento de Jon en la nuca cuando caminábamos por el 12 y vi que hizo birdie. En ese momento creo que iba tres por delante. Sabía que todavía tenía más oportunidades y el juego lo estaba sintiendo bien. Pero una vez hice el bogey en el 14 y ellos se estaban yendo del 15 todo fue diferente», afirmaba Morikawa.
A la pregunta de si había ganado Jon Rahm el torneo o lo había perdido él, el estadounidense respondía: «Un poco de ambos. Me refiero a que hacer -1 en este campo no es una buena puntuación. Realmente no lo es. Él anotó 63 pero todavía lo tenía a mi alcance, si no hago esos bogeys y hubiese hecho par hubiese estado ahí».
«Yo diría que sí, que esta es mi mayor decepción como profesional. Realmente no puedo pensar en nada más. Sí, es difícil ver los aspectos positivos, realmente lo es», apostilló.
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