Parecía que ya se habían espantado los fantasmas de la Ryder Cup para Estados Unidos cuando, de pronto, un nuevo elemento ha entrado en escena. Y es que Jim Furyk, que lo cierto es que se ha prodigado poco ante los medios después de la dolorosa derrota que le infligió en París el combinado capitaneado por Thomas Bjorn, ha echado leña al fuego -queremos imaginar que sin pretenderlo- en el conflicto suscitado en plena competición entre dos pesos pesados de su equipo como son Dustin Johnson y Brooks Koepka.
Como recordarán, hace unos días les informábamos de que ambos jugadores estuvieron a punto de llegar a las manos en el vestuario del equipo europeo poco después de ser invitados por estos tras la consecución de la Ryder Cup por los locales -según contaron James Corrigan en el Telegraph y Tim Rosaforte en Golf Channel-. Unas informaciones que tardó muy poco en desmentir el propio Koepka, hablando de su hartazgo acerca de este tipo de rumores y loando la entrañable relación de amistad que mantienen ambos.
Pero las mentiras tienen las patas muy cortas y este mismo lunes ha sido una voz tan autorizada como la de Jim Furyk la que ha puesto los puntos sobre las íes en una entrevista concedida a Golf Channel. En ésta, el veterano jugador ha reconocido que hubo “una breve disputa” que no pasó a mayores. “Cualquier altercado que tuvo lugar allí fue muy corto. Ninguno de los dos sacó nada en claro”, apuntó el norteamericano, que también hizo hincapié en lo extraordinario del suceso tras la gran relación que mantienen ambos.
“Son como hermanos y los hermanos, a veces, pueden discutir. Pero están tan cerca como siempre y lo que pasó no ha tenido efecto en ninguno de ellos”, matizó, toda vez que también quiso mandar un recado a Patrick Reed, quien le criticó duramente hace unos días. “Patrick sabía cuáles podían ser sus potenciales compañeros de juego semanas antes del evento, incluido Tiger. En ese sentido no puede decir que le sorprendieran mis decisiones”, sentenció, antes de añadir que si tuviera que recomponer otra vez el equipo de cero elegiría a los mismos jugadores.
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