Jon Rahm se fue satisfecho, al menos por la última jornada, del US Open
Jon Rahm cerró el 125º US Open con una notable tarjeta de 67 golpes (-3) en Oakmont, la mejor del día hasta ese momento, en una jornada en la que, aunque no luchó por el título, sí dejó claro que su juego recuperó su mejor versión.
“Es una locura, porque no sentí que haya jugado tan diferente a los otros días”, explicó Rahm tras terminar su vuelta. “Las dos claves han sido mantener la bola en juego desde el tee, y tener el putt largo muy afinado. Hoy me sentí cómodo con la velocidad, y eso se nota: todos los putts largos terminaron garantizados, sin necesidad de sufrir”.
Hasta el hoyo 14, el campeón español, estuvo prácticamente siempre en la calle o en el primer corte
El campeón del US Open en 2021 apenas cometió errores. Hasta el hoyo 14 estuvo prácticamente siempre en la calle o en el primer corte. “La primera vez que estuve fuera de posición fue en el 14, y por suerte estaba lo bastante cerca del green como para solucionarlo”, añadió.
Uno de los puntos de atención de la jornada fue el hoyo 8, convertido este domingo en el par 3 más largo de la historia del US Open. Rahm lo resolvió con temple: “Por suerte estaba viento a favor. Saqué la madera 5, intentando dejarla en la entrada del green. La madera 3 podría haberme pasado. Hice justo lo que quería: green y dos putts”.
Preguntado por los hoyos decisivos para los líderes, Rahm fue claro: “Del 10 al 12 puedes hacer birdie… o meterte en problemas. El 13 es durísimo. Si alguien va por el green y se pasa, ese búnker a la izquierda es casi imposible. Luego el 15 es un monstruo, como el 16 y el 18. Pero también hay opciones de birdie en el 10, 11, 12, 14 y 17. Son difíciles, pero se puede”.
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