Rahm (T3) nos ilusiona con un gran inicio, pero sucumbe ante la perfección de un Reed implacable

El español llegó a coquetear en algunos momentos con la primera plaza y sólo el buen hacer del estadounidense le impidió luchar hasta el final

El norteamericano aprovechó sus oportunidades y cinco birdies y un solitario bogey integraron su cartulina. Foto: @PGATour

Ni un sólo pero se le puede poner este domingo a Jon Rahm (67 golpes, -15) en la ronda final del WGC-México que ha tenido lugar sobre la hierba del Club de Golf Chapultepec. El español, que tenía la difícil tarea de remontar los cuatro golpes que llevaba de desventaja con respecto al líder Justin Thomas (73 golpes, -13) llevó el delirio a las gradas desde el comienzo con un prometedor inicio en el que logró cuatro birdies en las cinco primeras banderas que lo condujeron a coquetear con el liderato del torneo -sobre todo cuando el americano comenzó a desfondarse llegada la parte final de sus nueve primeros hoyos-. 

Pero cuando todos nos preparábamos para revivir un día como el de la jornada sabatina, el León de Barrika se frenó en seco. Y puede ser que gran parte de culpa la tuviera el par 5 del 6 pues, cuando mejor estaba, terminó con su bola en el agua para impedirle seguir sumando birdies. Así, aunque consiguió rascar el par gracias a un enorme putt desde tres metros, su ronda cambió. El español no erraba, pero ya no veía el hoyo con la facilidad con la que lo hacía antes. 

La primera parte del recorrido se cerró con un cuatro bajo par,y fue en los primeros minutos de la reanudación cuando las cosas se empezaron a torcer. Bogey en el par 5 del 11 -una de las banderas más fáciles de toda la jornada- y, a pesar de que se recuperó con con un birdie en el 13, de nuevo el fantasma del error se cernió sobre él en el 14. La empresa se hacía cada vez más complicada y Rahm, en lugar de seguir ganándole golpes al campo, caminaba buscando corregir los errores que iba dejando a su paso. Una tesitura que aprovecharon Bryson DeChambeau (65 golpes, -17) y Patrick Reed (67 golpes, -18) para distanciarse en lo más alto. 

Sobre todo el segundo, que sumó su segundo título en un WGC -el anterior lo logró precisamente en el Cadillac, el predecesor de éste- después de llevar a cabo una ronda casi perfecta con cinco birdies en las 17 primeras banderas que sólo se torció con el error del final. Por aquel entonces el torneo estaba prácticamente sentenciado y el texano se aseguró no cometer un doblebogey para elevar a ocho sus triunfos en el mejor circuito del planeta.

En cuanto al resto de la actuación española, Rafa Cabrera Bello (67 golpes, -7) volvió a vencer al complejo azteca para instalarse en el Top 16, mientras que Sergio García (66 golpes, -2) -mejor vuelta de un miembro de la Armada el domingo-, en el Top 37, Pablo Larrazábal (75 golpes, +6) y Jorge Campillo (75 golpes, +11) completaron la hoja de servicios. 

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