Ya sabemos la presión a la que están sometidos los jugadores profesionales, y más si se trata de Circuitos de segundo orden en el que está en juego la posibilidad de asegurarse una plaza en, por ejemplo, el PGA Tour, pero eso no faculta tener la posibilidad de agredir a nadie por un error cometido.
Todo ocurría durante la ronda final del Bahamas Great Abaco Classic del Webcom Tour teniendo de protagonistas al australiano Rhein Gibson y su caddie Brandon Davies. Gibson, que se encontraba segundo a un golpe de la cabeza en el par 5 del hoyo 18, fallaba su segundo golpe enviando la bola a un hazard rodeado de rocas, en la que aparentemente la bola estaba injugable.
Y justo ahí se originó el problema. Si el australiano se dropaba tenía un golpe de penalidad, pero fue el caddie quién sin consultar a su jugador cogió la bola incurriendo en otro golpe de penalidad (regla 18-2) para acabar en la tercera plaza a dos del campeón y a uno del segundo clasificado, perdiendo con ello 12.000 dólares que a final de curso pueden ser importantísimos para la obtención de los derechos de juego en el PGA Tour 2019.
Rhein Gibson abuse his caddy#loveyourcaddie #abuser pic.twitter.com/mCckyPH0lT
— molat59 (@molat59) 25 de enero de 2018
Como consecuencia, Gibson arrojaba a la cara la funda de su putter en un gesto que nunca tenía que haber sucedido como más tarde reconocía el propio jugador cuando pidió disculpas. Por su parte, Davies, quién reconocía en un Tweet su error, se defendía alegando que se había ignorado la decisión 26-1/9 que permite a un caddie levantar la bola en un hazard siempre y cuando exista una clara intención del golfista de jugarla fuera del obstáculo.
Es por ello que un tercer nombre saltó a la palestra, Jim Duncan, oficial de reglas del Circuito declaraba que el jugador nunca dejó claro que iba a hacer con la bola por lo que la teoría de Davies de aplicar la 26-1/9 no es acertada ni aplicable. Tras el evento, Davies era despedido por su jefe.